jueves, 18 de febrero de 2010

Hazme caso.


¿Sabes qué pienso? Qué crees estar tan segura de ti misma que acabas perdida entre el tiempo y la experiencia. Rondas mi mente, cabizbaja arrastrando tus amarguras hasta lo más profundo de mis ilusiones. Te empeñas en no vivir, insistes en no ser feliz. Te dejas llevar por el aroma que desprenden sus mentiras, viajan por los poros de tu piel en transatlántico, disfrutan al ver cómo te vas quedando sin deseos, sabiendo que tú único deseo es rozar sus labios sin sentir dolor.
¿Escuchas cómo tu corazón te pide que le saques de paseo? Pero niña hazle caso, lleva mucho tiempo encerrado, ya han pasado 2 inviernos desde la última vez que se amarró al sol y viajó hasta dónde lo que tocas es lo que sientes y lo que sueñas es lo que ves. Tranquila, no te asustes, sólo dame la mano quiero enseñarte que hay al otro lado de sus promesas infinitas que quedaron almacenadas dentro de algún cajón, esta vez no voy a dejar que esos ojos del color de los sábados en la playa vuelvan a inundarse de sal…
Sólo te pido una cosa, quédate a mi lado, podemos buscar otro aroma que nunca deje que nuestras manos se separen.

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