miércoles, 10 de noviembre de 2010

Un sueño tonto y no más.

Son 4 paredes sin pintar, hay espacio de sobra para escribir 4 vidas y media. Prefiero dejarlas en blanco hasta que vuelvas, para pasar a rotulador permanente las dos palabras que escribimos a lápiz hace tiempo. Quiero que esas 4 paredes sean nuestras, sólo nuestras y que algún día cuenten historias de esas que se te clavan en las costillas y piden que te enamores.

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